El Chef Ottini nació en el norte de Italia y dejó su huella en reconocidos restaurantes de ese país hasta llegar a Estados Unidos donde triunfó como chef en el restaurante de Harry Cipriani en New York. Allí cocinó para estrellas como Mick Jagger, Silvester Stallone, Mickey Rourke, Michael Schumacher, Woody Allen, Sharon Stone, entre otros.
Desde hace más de 20 años, Roberto Ottini vive en Buenos Aires, convirtiéndose en uno de los referentes de la cocina italiana en Argentina. Se ganó el reconocimiento del público gracias a su paso por numerosos programas televisivos y su capacidad de transmitir, con picardía y alegría, la pasión por lo italiano.
Hoy, transformó toda su experiencia en Girardi, un nuevo espacio que tiene la cocina italiana como protagonista.
“Girardi surge del encuentro de unos amigos, con el mismo sueño de abrir un restaurante de comida italiana en todos sus detalles, con buenos productos y materia prima de alta calidad. Una propuesta gastronómica que transmite la italianidad en su máxima expresión, que mantiene vivos sus orígenes y cultura”, afirma Ottini.
¿POR QUÉ GIRARDI?
En marzo de 1931, dos mujeres, con más miedos que sueños, embarcaron el transatlántico Duilio en el puerto de Nápoles para reencontrarse con Santo, marido de Antonietta y Padre de María, quién había venido a la Argentina nueve años antes. Dejaron en Acri, Cosenza, sus raíces, pero trajeron consigo el amor por la familia y sus recetas. En homenaje a ellas y a todas las mujeres italianas que nos inculcaron la pasión por la cocina, nace Girardi.
EL LOCAL
Al llegar, nos encontramos con un llamativo pórtico rojo «italia», un pequeño olivo y una cartelería pintada a mano por un letrista con la antigua técnica de plata a la hoja sobre vidrio.
El interior del local articula distintos espacios:
Un PATIO cubierto, con entrada de luz natural y ambientado con colores verde, blanco y rojo (italia), ambientado con mesas de mármol de carrara y un pintoresco piso.
El MERCATO, dividido en 2 sectores: mostrador y barra, ambos con pisos de mármol de carrara italiano.
El acceso al mercato se hace sobre una gran placa de mármol arabescato con letras de bronce incrustadas que dicen Girardi.
El mostrador realizado en madera laqueada de color verde y mármol arabescato, aparte de ser el corazón del local, contiene un espacio especial con cava de fiambres con una cortadora Berkel original de principios del 1900, completamente restaurada.
Enfrentada se encuentra la barra de mármol con espejos biselados, contenida dentro de un gran mueble de estantería donde se exhiben productos de almacén típicos italianos de primera calidad.
Luego se encuentra el salón, cuyas paredes están realizadas en boiserie (panelería de madera) que aportan calidez, y espejos biselados. Además, mesas de mármol con madera y sillas de madera tapizadas en cuero color rojo.
Y en el subsuelo, impacta una CAVA de vinos de carácter más intimista y cálido. Todo el sector de la cava se realizó sobre piedra de travertino natural, donde se ubicó una gran mesa central de madera natural rodeada en su totalidad por estanterías de vinos.
Se puede acceder desde la planta baja a través de una escalera doblemente vidriada que conecta visualmente con el salón principal o se puede reservar con estacionamiento exclusivo para ingresar directo desde el subsuelo y tener una velada privada. Capacidad de la cava para 14 cubiertos.
QUÉ COMER EN GIRARDI
“El argentino es amante de la buena cocina y especialmente de la italiana. Es un país con un gran porcentaje de la población con antepasados italianos. Siempre quise tener un lugar donde la gente se conecte con esos orígenes, con esos aromas y sabores. Girardi permite vivir una experiencia donde degustar sabores italianos y viajar al corazón de ese país tan amado”, describe Ottini.
