En nuestro país hace al menos 7 años el vino en lata ya se instaló y fue ganando su público. En un principio los puristas fueron detractores del formato para luego, en muchos casos, comprobar las virtudes de la lata con el vino. La cantidad justa de bebida para una persona que vive sóla, enfriamiento rápido, portabilidad y hasta venta en las playas donde comenzaron a pulsear con el mercado de la cerveza.
Ahora, en España, mientras atraviesan su caluroso verano, las bodegas se adecuan a las demandas del público y generan nuevos productos que van en sintonía de las tendencias del consumo. Por ejemplo: Un vino de menor contenido alcohólico.
Bodegas Peñascal lanzó su nueva línea de vinos enlatados, Peñascal Lata, con tres opciones pensadas para disfrutar durante el verano. Los frizzantes rosados Peñascal Clásico, Peñascal 5,5% Bajo en Alcohol y Peñascal Sin Alcohol ofrecen una alternativa refrescante, adaptable a diferentes estilos de vida y preferencias. Estas versiones en lata, que mantienen el sabor afrutado y suave del clásico rosado de Peñascal, se presentan en un formato slim, sostenible y totalmente reciclable, reflejando el compromiso de la bodega con la neutralidad en carbono y el uso de energía renovable.
El Peñascal Clásico destaca por su dulzura y carácter afrutado, características que lo hacen atractivo para un público joven y dinámico. Por otro lado, las versiones Peñascal 5,5% y Peñascal Sin Alcohol están diseñadas para quienes prefieren opciones con bajo contenido de alcohol o sin alcohol, extendiendo así la posibilidad de disfrutar del vino en cualquier momento del día.
El diseño veraniego de estas latas, junto con su envase eco-friendly, facilita su transporte y conservación en frío, lo que las convierte en la opción ideal para acompañar actividades al aire libre como visitas a la playa, piscina, barbacoas y picnics.