La bodega Jorge Rubio celebra el Dia del Cabernet Franc con un vino muy expresivo, que demuestra el conocimiento que la bodega  tiene sobre el terroir y la región. Vinos frutados, frescos y bebibles.

El terroir de este varietal es el Privado Oasis Sur (Viñedos Antiguos). el enólogo es Jorge Rubio y su equipo se completa con Gisela Romero y Micaela Sosa

«Privado Oasis Cabernet Franc» 2022 es el producto de un viñedo plantado en 1998 cuyo riego es por manto con agua de deshielo del Rio Atuel.

El vino presenta en vista un color rojo rubí oscuro con reflejos violáceos.  En Nariz es de carácter frutado, vegetal y especiado. Se destacan notas a frutas como moras y grosella, además de notas a pimientos asados, páprika dulce, pimienta rosa. Encontramos también notas balsámicas y tostadas muy sutiles.

En Boca es un vino fresco con sabores a grosella, cereza y moras maduras, nota vegetal de hojas verdes, especias como páprika y pimienta rosa, además de un fresco dejo mentolado y largo final de boca.

Se trata de vinos elaborados a partir de uvas de viñedos plantados hace más de 25 años. Viñedos que hoy conviven en perfecta armonía con el entorno y que forman parte del legado cultural de generaciones de viticultores. Viñedos en los que la historia se expresa a través de contorsionados troncos y raíces profundas que han sido testigos silenciosos del desarrollo de una región y su identidad.

¿En qué se diferencian los viñedos antiguos?

Los viñedos antiguos se caracterizan principalmente por sus bajos rendimientos, mayor equilibrio y gran concentración de aromas y sabores. A lo largo de los años, las plantas aprenden a autorregularse para garantizar su preservación y la de sus frutos. 

La mayor parte de las fincas se ubica sobre suelos aluviales profundos, de textura franco arenosa y franco arcillosa. El riego, en su mayoría, aún se realiza a través de canales y surcos que se alimentan del agua de deshielo proveniente del Río Atuel y el manejo de los viñedos es prácticamente orgánico ya que no se utilizan productos químicos para la curación.

“La mayoría de los productores de nuestra zona han heredado los viñedos de sus padres y éstos de sus abuelos, inmigrantes de diversos países que dieron origen a la viticultura en nuestro país. Han recibido así un legado familiar, no sólo económico, sino también cultural que persiste hasta hoy y que han ido perfeccionando con el tiempo. 

Muchos productores comenzaron a desarrollarse en la zona como contratistas y luego se vieron impulsados a iniciar sus propios proyectos, nuevos cultivos y a hacer realidad el sueño de tener su tierra. Sus descendientes han continuado este fuerte vínculo de amor con la tierra y la región y lo han ido transmitiendo de generación en generación.”