En este espacio gastronómico ubicado en Palermo, Luciano inculca poner el foco en saber de donde viene lo que consumimos, como está preparado y su impacto, sin dejar de lado la calidad nutricional. “Al final termina siendo algo que nos condiciona como sociedad y nos desarrolla como especie, ser consciente de ese impacto puede ser muy transformador”, explica el cocinero.
La propuesta se destaca por desarrollar una cocina 100% a base de plantas, hongos, algas y bacterias. En las plantas y todos sus reinos: mientras que las algas y los hongos aportan sabor, textura y valor nutricional complejo; las bacterias ayudan a fermentar el alimento para transformarlo en algo más interesante, rico y nutritivo.
Los platos estrella que se pueden encontrar en el menú́ de todos los días son el súper bowl, que cuenta con 12 preparaciones a base de plantas, hongos y fermentos. Luego siguen el Bali y el Asia bowls, inspirados en sabores del otro lado del mundo como el kimchi, albóndigas de tempeh con yogur y curry o la preparación crocante de tofu con alga y papel de arroz.
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