Cada 11 de octubre se celebra en nuestro país el DIA DEL DULCE DE LECHE.
Este manjar con distintas versiones históricas es por definición, el dulce omnipresente en los postres argentinos.
Para celebrarlo les acercamos estas distintas opciones.
LA PESCADORITA: VOLCÁN DE DULCE DE LECHE
En La Pescadorita, el volcán de dulce de leche es uno de los postres más pedidos. Hecho con el tradicional dulce de leche Chimbote, famoso por su cremosidad, esta versión combina la suavidad del relleno con una base crujiente de almendras, creando un contraste de texturas que se complementa a la perfección con el helado de crema. El volcán, que pasa 15 minutos en el horno, se presenta como un bizcochuelo cilíndrico y aireado con un interior de dulce de leche que se mantiene fluido, listo para desbordarse al cortar. Para combinar, se puede buscar entre las opciones de su coctelería de autor y pedir, por ejemplo, un Arrecife, que se prepara con gin, jugo de lima, frutos rojos y azúcar. El ambiente del lugar, decorado con murales marinos, luces cálidas y sillas de pana celestes, evoca la atmósfera de una tranquila noche junto al mar.
Dirección: Humboldt 1905, Palermo.
DOLCE: MILKSHAKE DE DULCE DE LECHE
Dolce, la heladería artesanal de la cadena de restaurantes Blossom, posee una carta amplia y variada con opciones dulces y saladas. Además de sus helados artesanales que ya deslumbraron a San Isidro, entre sus preparaciones se destacan los postres con dulce de leche. Uno de ellos es el milkshake, preparado con helado de dulce de leche hecho por ellos, leche entera, brownie, salsa de dulce de leche y crema chantilly. Este postre se sirve en un vaso de vidrio y se corona con trozos de brownie y salsa de dulce de leche. Además, en su menú cuentan con chajá gorlero, un postre que contiene dulce de leche, crema chantilly, duraznos y merengue. Cualquiera de estas opciones puede acompañarse con un café o licuado de frutas naturales .
Dirección: Avenida del Libertador 16246, San Isidro.
MERIENDA: FLAN DE DULCE DE LECHE CON CREMA Y DULCE DE LECHE
Con una propuesta que sobresale por resaltar los sabores bien argentinos, Merienda ofrece un sinfín de opciones dulces. Su apartado de postres cuenta con distintas alternativas donde el dulce de leche es protagonista absoluto. Por ejemplo, el flan de dulce de leche, que se presenta en una porción individual rodeado de generosos copos de crema, dulce de leche y abundante caramelo. Este ingrediente tan argentino también se repite en los panqueques (que vienen con dos versiones de dulce de leche: natural y mousse), y en otras piezas de pastelería de tono autóctono.
Direccion: Uriarte 2106, Palermo.
CAFÉ CASA TR3S: FLAN DE DULCE DE LECHE
En Café Casa Tr3s los postres caseros son un imperdible dentro de la carta, donde resalta el flan de dulce de leche bañado en caramelo, con praliné de frutos secos y crema chantilly, y los panqueques rellenos de dulce de leche con frutas de estación, como frutillas y arándanos. Estas delicias se preparan con lácteos orgánicos de la granja La Recría y productos de pequeños artesanos locales, garantizando calidad y frescura. La propuesta gastronómica se orienta hacia lo saludable y lo natural, con un menú que respeta el origen de los ingredientes. Este proyecto es impulsado por padres de las escuelas Waldorf de Ingeniero Maschwitz, quienes han logrado crear un espacio de consumo responsable. Ubicado en una casona de 1890, a pasos de la estación, el café ocupa un lugar histórico que supo ser el primer almacén de ramos generales del área, ofreciendo un ambiente acogedor y comunitario.
Dirección: Ituzaingó 985, Ingeniero Maschwitz.
ENERO: DISTINTAS TEXTURAS DE DULCE DE LECHE
Ubicado en la costanera, frente al río, Enero se distingue por una propuesta que transporta a las vacaciones y al relax, gracias a su ubicación, la ambientación selvática y una carta inspirada en la tradición ítalo-argentina, con elaboraciones de autor que aseguran una experiencia de disfrute. Es el caso del Adicto al Dulce de Leche, uno de los postres más elegidos, que consiste en distintas texturas de dulce de leche como crocante, helado, vauquita casera y toffee de dulce de leche y lleva un agregado de maní, que armoniza los sabores. Un postre para saborear el dulce de leche sin empalagarse.
Dirección: Av. Rafael Obligado 7180, Costanera.
ALDO’S RESTAURANTE: FLAN DE DULCE DE LECHE CREMOSO
En Aldo’s, uno de los espacios del sommelier Aldo Graziani, la carta de impronta ítalo-americana se acompaña con grandes vinos de todo el país, son más de 700 etiquetas de micros, pequeños, medianos y grandes proyectos para que cada quien pueda encontrar un vino a su medida. Para el momento dulce, se lucen clásicos italianos y de la cocina local, entre los que resalta el flan de dulce de leche, de sabor intenso, elaborado con leche de campo y huevos orgánicos. Se cocina a baja temperatura y se sirve con dulce de leche artesanal de Tandil y crema montada.
Dirección: Arévalo 2032, Palermo.
LA HISTORIA:
Desde 1998, el 11 de octubre ha sido designado como el “Día Mundial del Dulce de Leche”. Si bien esa delicia inigualable lleva la patente de “gran invento argentino”, varios se pelean por los laureles de su creación.
Conocido como arequipe, manjar blanco, cajeta o caramel -según el lugar del mundo en el que nos encontremos- la simple mezcla de leche con azúcar ha generado millones de fanáticos a lo largo de varias generaciones. De origen polémico, tanto Uruguay como Brasil dicen ser sus inventores. Pero la realidad es que, como el colectivo y la birome, es un patrimonio bien argentino.
Así nació el dulce de leche
Existen sobre la creación del dulce de leche muchas historias, aunque tal vez la más conocida sea la que se refiere a un “accidente” histórico. Corría el año 1829 y en Cañuelas, a 65 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, el federal Juan Manuel de Rosas y el unitario Juan Lavalle, iban a firmar un pacto que pusiera fin a las interminables guerras entre ambas facciones políticas.
Aquella mañana de julio, el general Lavalle llegó al campamento de Rosas. Como Rosas no se encontraba en el lugar, Lavalle se recostó en la cama de su pariente y enemigo político, donde se quedó profundamente dormido. En ese momento, una de las criadas de Rosas que estaba preparando la “lechada”, – leche con azúcar con la que el Restaurador tomaba mates – al advertir lo que consideraba una insolencia del unitario, salió corriendo para dar aviso de la situación a los guardias. Mientras tanto, la lechada seguía calentándose, y quemándose.
Cuando Rosas llego al pie de su catre, en lugar de enojarse, dejó que el guerrero continuara su descanso e inmediatamente pidió su mate. Lamentablemente, la lechada era ya un jarabe espeso de color marrón que supuestamente no servía para nada. Sin embargo, se cuenta que a Rosas se le ocurrió probar aquella jalea y que le resultó exquisita…Extraído del libro El Mundo de la Leche de Pascual Mastellone.