En la última década se sumaron más de un centenar de marcas de hamburguesas en Buenos Aires. De esta forma, la vieja hegemonía de dos marcas norteamericanas de comida rápida fue abriendo paso a la cultura «gourmet» en el terreno Fast Food.
Antes de que comenzara este boom, hubo un local que sigue marcando tendencia en el barrio de Caballito. A las innumerables variedades que existen de «burguers» le sumó cocción a leña, cuidado de producto y precio honesto, la ecuación es super satisfactoria.
Abrió sus puertas un 11 de septiembre de 2012, con la intención de darle una nueva lectura al clásico sandwich americano. David Sovilj y Guadalupe Peralta, que por ese entonces eran pareja, comenzaron a crear un proyecto gastronómico en conjunto. Guadalupe había heredado un local, frente al sanatorio Méndez, en el que durante más de 20 años funcionó una ortopedia. Y David siempre fue un apasionado de la gastronomía, pero en sus anteriores trabajos siempre estuvo del otro lado: como mozo, jefe de salón y gerente de local.
«Empezamos con una hamburguesa de 160 gramos, luego me incliné por una de 180 y actualmente no sale ninguna que no pese 200 gramos», señaló a La Nación David dando cuenta de su evolución y remarcando que los productos frescos, la consecuencia en sus proveedores y las frescura serían sus ejes de calidad. «Tierra de Nadie» debería llamarse «punto obligado para todos» aquellos amantes de la buena gastronomía en formato hamburguesa. Se suma un alioli preparado en el lugar que es increíble junto a las Papas Fritas elaboradas en el momento.