Es, sin dudas, uno de los varietales más antigüos de la Humanidad y remite a la zona de Medio Oriente de la zona de Shiraz, ciudad de la antigua Persia.

La uva Syrah se identifica por la facilidad de su cultivo, requiere mucho sol y temperaturas altas, además es resistente a enfermedades. La cepa de la variedad que estamos tratando tiene cuerpo, es erguida con sarmientos largos y delicados, sus múltiples hojuelos la diferencian de otras variedades. Por último, su maduración es precoz.

Nota de Cata: El aroma que destaca a la variedad es de fruta negra madura, con notas de grosella, violetas y moras silvestres. Recuerda a la frambuesa y mantienen el aroma de pimiento o canela y clavo.

Ampelográficamente se puede distinguir por su hoja trilobada con su lóbulo central plano o plegado asimétricamente y los laterales doblados hacia arriba, opaca, con indumento telaraña abundante y motitas, seno peciolar en U y punto peciolar blanquecino; racimo mediano, bien lleno a compacto, cilíndrico y bayas elípticas.

En Argentina

La variedad Syrah está presente en la mayoría de las provincias vitivinícolas de Argentina. Registró en el año 2023, un total de 10.777 ha cultivadas, lo cual representa el 5,3% del total de vid del país.

La cantidad de hectáreas de Syrah en Argentina ha disminuido un 17,3% en el período 2014-2023. En Mendoza disminuyó un 12,3%, en San Juan un 32,3% y en el resto del país un 17,7%.

La provincia de Mendoza tiene la mayor cantidad de Syrah del país, alcanzando en 2023 las 7.905 ha (73,3%), seguida por San Juan con 2.013 ha (18,7%) y el resto de las provincias con 860 ha (8%).

El acuerdo gastronómico más promovido con este varietal es con platos de carnes rojas, cerdo, cordero, quesos maduros y fuertes o salsa rojas importantes para platos de pasta.