Al caminarlo y comenzarlo a trabajar, llegamos a la conclusión de que necesitaba algo muy importante: amor. Cuando hablamos de amor, en términos agrícolas eso se traduce en enriquecer sus suelos nutriéndolos con compost, mejorar la poda de las plantas y optimizar su riego. Con el paso del tiempo, es conmovedor apreciar cómo las viñas devuelven todo ese cuidado y su transformación se vuelve impresionante.
Tan impresionante que nos llevó a decidir embotellar nuestro primer vino de Fincas, un 100% Cabernet Sauvignon, en el año 2011. A partir de entonces, Finca Los Membrillos Cabernet Sauvignon se ha transformado en un ícono de esta variedad en Argentina y ha logrado expresar la complejidad típica de Paraje Altamira, donde vetas de suelos arenosos y semiprofundos conviven con otros ricos en gravas cubiertas de calcáreo.